Joaquin Sorolla y Bastida
Valencia 1863 – Cercedilla 1923
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En la Posada
Óleo sobre tabla de 27, 4 x 17 cm.
Firmado y fechado 1883 en el ángulo inferior izquierdo.
Dedicado al dorso: Dedico este pequeño recuerdo a mi querida esposa Patrocinio Tuyo. Casimiro Vidal.
Certificado de Francisco Pons- Sorolla. 18 de junio 1975.
Certificado de Blanca Pons Sorolla 18 de febrero 2020.
El número de inventario de esta obra en el catálogo razonado es BPS 56
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Procedencia:
Colección privada
Esta exquisita obra de juventud del pintor es un claro ejemplo de las tendencias pictóricas que reinaban entre los artistas españoles de finales del siglo XIX. El triunfo de la pintura de historia marca este periodo y Sorolla se sabe adaptar a él con asombrosa facilidad.
La tabla que estudiamos representa dos personajes ataviados con la moda del siglo XVII, están conversando sobre un tema que requiere concentración. El hombre sentado bebiendo vino, esta pensativo y escucha la opinión de su interlocutor. Los detalles de las vestimentas están estudiados con especial minuciosidad, así como los elementos del entorno: la espada depositada encima de la mesa y la silla denominada “de tijera”, donde se sitúa el personaje principal.
La moda de los personajes se asemeja a las obras velazqueñas y de pintores del siglo de oro que han marcado al jovencísimo Sorolla en su primera visita a Madrid en 1881, solo dos años antes de realizar esta obra, firmada y fechada en 1883.
Joaquin Sorolla entra en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en 1878. Obtiene diferentes premios de colorido y dibujo al natural entre 1878 y 1882.Estos años suponen un asentamiento de su profesión como pintor que se verá reconocido por los premios que recibe al participar en las diferentes manifestaciones artísticas del momento: En 1880 recibe una medalla de plata por el óleo Moro acechando la ocasión de su venganza, en la exposición celebrada en Valencia por la Sociedad Recreativa “El Iris”. En 1883, obtiene la medalla de oro por su cuadro Monja en oración, presentada en la Exposición Regional de Valencia y en 1884 recibe su primer galardón de ámbito nacional, una medalla de segunda clase por su obra El dos de mayo de 1808.
Estos cinco años van a suponer una evolución y crecimiento en la vida del pintor, ya que en 1885 es pensionado en Roma por la ciudad de Valencia tras haber superado difíciles pruebas de admisión coronando el concurso por el éxito del cuadro El grito del Palleter pintado en 1884.
Los artistas Emilio Sala, Ignacio Pinazo, Antonio Muñoz Degrain, Francisco Domingo formaban parte de la generación de pintores activos en Valencia en esta época. Joaquin Sorolla les cita en sus escritos en numerosas ocasiones comentando sus aventuras e intercambios sobre la técnica de la pintura y destacando como influyeron en él en esta primera etapa valenciana.
La obra que nos ocupa “En la Posada” es un testimonio de la evolución del pintor en esta época de juventud, su dibujo preciso transmite el estado de ánimo de los personajes, sus posturas, el gesto de las piernas y de las manos que expresan la conversación entre los dos.
Asimismo Sorolla plasma el colorido con especial destreza, el pequeño formato le exige la precisión de la pincelada y sin embargo consigue matices de ocres, azules y rojos en un espacio muy reducido. La conversación se sitúa en un interior muy valenciano con los detalles de los azulejos propios de esta región. Es de especial interés los blancos del fondo donde Sorolla empieza a utilizar los malvas que serán tan característicos en su etapa de madurez.
Nos encontramos sin duda ante una obra de gran interés para comprender la evolución y formación del artista. La rareza de encontrar obras de esta etapa en el mercado la convierten en una pintura característica de un coleccionismo exigente.